La periodista mexicana Alma Guillermoprieto se convirtió este año en Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades.
Este premio me llena de asombro, alegría y susto por su significado e historia. El Premio Princesa de Asturias es la institución por medio de la cual España se enlaza al mundo y el mundo a España», dijo en declaraciones a la Fundación Princesa de Asturias.
«Es un honor inmenso ser un eslabón más de esta historia y, por fortuna, no cargo con el peso del premio yo sola, pues sé que es un reconocimiento a todos los de mi oficio, el periodismo, que ha sido y sigue siendo la manera más emocionante de vivir el mundo», agregó Guillermoprieto.
El jurado destacó su larga trayectoria profesional y su profundo conocimiento de la compleja realidad de Iberoamérica, «que ha transmitido con enorme coraje también en el ámbito de la comunicación anglosajona, tendiendo, de este modo, puentes en todo el continente americano».
«Con una escritura clara, rotunda y comprometida, Alma Guillermoprieto representa los mejores valores del periodismo en la sociedad contemporánea», expuso el jurado al destacar la trayectoria de la mexicana.
A través de sus crónicas y reportajes ha dado a conocer los conflictos y sucesos más violentos de la historia de Latinoamérica, entre ellos la matanza de unos mil campesinos en 1981 en El Mozote (El Salvador), el terrorismo de Estado en Argentina y el narcotráfico en Colombia y México.
Pero también ha difundido la parte más amable de la cultura del continente, sus religiones y su arte.
Guillermoprieto, nombre con el que firma sus trabajos, nunca se propuso ser periodista ni pasar todo una vida recorriendo Latinoamérica, como declara en algunos de sus textos, y fue gracias al aliento que le dieron sus amigos editores que probó suerte como corresponsal de The Guardian en Nicaragua y más tarde trabajó para The Washington Post, donde fue redactora de planta en los años 80.
«Yo no iba para reportera. Cuando estaba en Nicaragua reporteando jamás se me ocurrió que eso iba a ser mi vida», expresó la galardonada, quien señaló que siempre había una historia que contar en otro lugar del continente.
Por eso, desde entonces ha trabajado para diferentes medios anglosajones, entre los que figuran The Washington Post, The New Yorker, The New York Review of Books y National Geographic.
También ha escrito una media docena de libros tanto en español como en inglés, como Historia escrita o Desde el país de nunca jamás, ha dado clases y promovido talleres en universidades prestigiosas de Estados Unidos y Latinoamérica. Entre ellos, en 1995, dio la clase inaugural del curso de la Fundación para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, invitada por Gabriel García Márquez.
Nacida en Ciudad de México en 1949, Alma Guillermoprieto se crió en Nueva York, ciudad a la que se trasladó con su madre y donde se dedicó a la danza. Con esa formación, en 1969 viajó a La Habana para impartir clases de danza y fue allí donde, en 1978, se inició en el periodismo como freelance.
En 2017, el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades fue para el grupo argentino Les Luthiers y, en años previos, ha reconocido a figuras como Joaquín Lavado «Quino», también de Argentina; la fotógrafa estadounidense Annie Leibovitz, e instituciones como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Destinados a galardonar la labor científica, técnica, cultural, social y humanitaria realizada por personas, instituciones, grupos de personas o de instituciones en el ámbito internacional, los premios Princesa de Asturias se conceden en ocho categorías: Artes, Letras, Ciencias Sociales, Comunicación y Humanidades, Investigación Científica y Técnica, Cooperación Internacional, Concordia y Deportes.
El próximo fallo, el 9 de mayo, corresponde a la categoría de Cooperación Internacional.
Con información de Reforma